La electrónica, la tecnología de automatización y la conexión de máquinas a Internet han cambiado enormemente las posibilidades de la producción agrícola.

La digitalización de la economía es el efecto secundario de la automatización de las operaciones en serie en la agricultura y la introducción de sistemas de gestión y control para regular los procesos de producción sobre la base de tecnologías modernas. Históricamente, ambos aspectos son compañeros constantes de la agricultura, que ha sido impulsada con más fuerza por el crecimiento de las explotaciones agrícolas durante al menos dos décadas.

La calidad de la planificación y el análisis empresarial depende de la disponibilidad de información de alta calidad. Un sistema de gestión e información agrícola (SGIA) puede proporcionar esta información al permitir la recopilación y el almacenamiento centralizados de datos de una amplia variedad de áreas, así como su vinculación y procesamiento a la información que es relevante para la ejecución de las actividades en una explotación agrícola. Los datos recopilados en un SGIA pueden ser tanto internos (comercio interno y externo) como externos, por lo que estos últimos pueden abarcar toda la cadena de valor, ya sea a nivel horizontal (entre empresas) o vertical (aguas arriba y aguas abajo). En este contexto, los términos “Big Data” y “Agricultura 4.0” se utilizan con mucha frecuencia. Big data describe datos que se caracterizan principalmente por las tres dimensiones de volumen (volumen de datos), velocidad (velocidad a la que se generan y transfieren los volúmenes de datos) y variedad (ancho de banda de los tipos de datos). Si tecnologías como la agricultura de precisión y la teledetección están interconectadas a nivel de datos, se habla de Agricultura 4.0. Un SGIA basado en agricultura 4.0, una función de soporte integral para la toma de decisiones de gestión empresarial de reuniones.

En la actualidad, ya está disponible una amplia gama de datos de diferentes sistemas para operaciones agrícolas (por ejemplo, agricultura de precisión, cría de animales, datos meteorológicos, datos normativos para la planificación comercial, precios actuales de insumos y productos, etc.). Por un lado, existen problemas técnicos con respecto a la vinculación de datos (falta de interfaces homogéneas) y análisis (muchos datos, pero poca información) y, por otro lado, problemas con el diseño organizacional del intercambio de datos y soberanía y seguridad. Los posibles escenarios futuros son propietarios en este último punto, soluciones cerradas de grandes empresas, y sistemas abiertos, que permiten un acceso simple y libre a la información e intercambio (palabra clave: Open Data) et, enfrentados entre sí. Además, una buena estructura de telecomunicaciones (Internet de banda ancha) es un requisito básico para SGIA en el contexto de Agricultura 4.0. Por lo tanto, existe la necesidad de soluciones centralizadas que permitan, por un lado, el procesamiento y el intercambio de información integradores y en igualdad de condiciones con respecto a la propiedad de los datos.